26/07/2022
La alcaldesa destaca que es un proyecto fruto de un proceso de participación ciudadana y avalado por la Comisión Europea
La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se ha reunido esta tarde con varios representantes vecinales para abordar las obras de mejora de la movilidad peatonal y ciclista de la avenida Lidón. Un proyecto avalado por la Comisión Europea que se llevó a consulta pública y que es fruto de un proceso participativo. Tras ese proceso, se tuvieron en cuenta 85 de las 112 propuestas planteadas, y en el mismo se implicaron más de una veintena de colectivos sociales en representación de asociaciones y federaciones vecinales, comerciantes, colegios, sindicatos, empresas, colectivos ecologistas, el Consell Social de la Ciutat y la Universitat Jaume I (UJI), entre otros, además de técnicos municipales y la corporación. La alcaldesa ha escuchado las cuestiones planteadas por este grupo de vecinos respecto a la remodelación y al desarrollo de las obras, mientras que los representantes políticos, los técnicos municipales y representantes de la constructora han explicado la información requerida sobre la actuación.
Marco, que ha participado en la reunión junto a los concejales de Movilidad Sostenible, Jorge Ribes, y de Urbanismo, José Luis López, reitera que la remodelación de la avenida Lidón que se está ejecutando "tiene como objetivo transformar esta emblemática avenida en un itinerario accesible, seguro y sostenible, que prioriza a los peatones y que genera espacios de encuentro, de ocio saludable e impulso comercial". En este sentido, Marco ha recordado que tal y como se ha podido comprobar tanto en Castelló como en otras ciudades españolas y europeas, la peatonalización de viales favorece la actividad comercial y hostelera.
En esta línea, ha apuntado algunos de los impactos del proyecto relacionados con la movilidad, el medio ambiente, la salud urbana y otros aspectos sociales. Entre ellos, la estimación en casi un 40% de la caída global de emisiones de gases de efecto invernadero en todo el vial, un porcentaje que rebasaría el 80% en algunos tramos. Además, se habilitará un carril bici de 1,5 kilómetros entre la plaza María Agustina y la basílica del Lledó; y un paseo central peatonal. De este modo, se favorece el tránsito de personas que eligen moverse a pie o en bicicleta de forma segura, y se reduce la presión del tráfico rodado y los desplazamientos rápidos, lo que ayuda al tejido comercial local y a crear barrio. La intervención también genera espacios seguros en los entornos escolares y elimina la valla del parque Rafalafena, integrando esa zona verde. Así, se amplía en 4.500 metros cuadrados la zona vegetada y se plantarán más de 300 árboles.